Hasta que un avión se levante realmente del suelo se requieren diversos pasos únicos para la fabricación y el montaje de todas las piezas individuales, los componentes y los sistemas prefabricados. En este sentido hay un aspecto determinante: la seguridad del producto. Al mismo tiempo, la industria aeronáutica se caracteriza fuertemente por las innovaciones en el sector del desarrollo de materiales y la ecología. Los desarrolladores de la industria aeronáutica están en frente de retos económicos y ecológicos. La construcción ligera debe proteger los recursos en el servicio aéreo. Simultáneamente los materiales tienen que ser resistentes y poder utilizarse de forma versátil. WEBER puede ejecutar estos malabares tecnológicos mediante una tecnología automatizadas de conexión. Los autómatas de atornillado WEBER contribuyen considerablemente a garantizar la calidad del constructor de aviones. La seguridad del proceso de montaje y la posibilidad de documentar de forma continua todos los procesos de atornillado y remache han convencido a los fabricantes como Airbus, Embraer o Ruag Aerospace Structures. Desde hace varios años le apuestan a la “tecnología de atornillado made in Wolfratshausen”.